martes, 13 de diciembre de 2011
Nada por la patria. (2)
¿Están seguros los responsables de la inmersión de que el castellano tiene más prestigio social y se considera más útil que el catalán en las periferias de los núcleos industriales de la provincia -perdón de las comarcas- de Barcelona, habitadas por trabajadores inmigrados o hijos de inmigrados, que es donde se aplica mayoritariamente la inmersión? ¿Están seguros de que someterse al programa es opcional? ¿Dónde tiene que ir un niño castellanohablante del barrio de Sant Ildefons de Cornellà, por mucho que sus padres quieran escolarizarlo en castellano, si todas las escuelas públicas de la zona practican la inmersión en el catalán? ¿Están seguros de que los maestros pueden hacer bien su trabajo de inmersión lingüística, cuando los más de ellos ni tan solo tienen el catalán como primera lengua? ¿Están seguros de que un aula llena de niños de lengua materna castellana, con una maestra de lengua materna también castellana pero que solo les habla en catalán -en un catalán por fuerza pobre e inseguro-, es un ámbito didáctica, psicológica, lingüísticamente deseable?
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