lunes, 15 de octubre de 2012
Nada por la patria. (6)
Es una situación deseperada, pero no grave. Por lo menos para nosotros. Julio Anguita dijo no hace mucho, y yo lo anoté textualmente: "Cualquier vida humana vale más que todas las ikurriñas y todas las banderas de España juntas." Máximo publicó uno de esos dibujos que se han ganado el derecho a no ser llamados chistes y que Antonio Elorza denomina "el nosesabequé de Máximo". Está en el cielo el triángulo, están los montes pelados tras la llanura, están el hombrecillo y su sombra, está en primer término un libro, con la ikurriña a pie de cubierta y todas estas palabras sobre ella: "Katecismo vasko. No matarás. Ni siquiera por Euskadi y su autodeterminación."
Ser disidente es ahora mismo estar contra ETA y contra los GAL, "contra todo nacionalismo, contra la inmersión lingüística de los niños catalanes. Es el único espacio que nos han dejado. Todo lo demás está integrado, engullido por el sistema en sus diversas versiones, de derechas y de izquierdas. Pero mingún humorista gráfico es hoy disidente en Cataluña. Por lo visto, muerto Perich del mismo mal que Kerouac, el título del bufón en la corte de Pujol deja más que satisfechos a los supervivientes.
En la España franquista, Cesc publicó un dibujo donde se veía un cochazo de rico con una pegatina en el cristal trasero que decía "Català a l´escola". A su lado, un pobre inmigrante con boina llevaba en el culo de su destartalada bicicleta otra pegatina, más sucinta: "Escuelas". Ningún humorista ha osado publicar -o no le han dejado hacerlo sus democráticos jefes- el equivalente actualizado de ese dibujo en la Cataluña pujoliana.
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