jueves, 12 de febrero de 2009

Patriotas de cercanías.

Un artículo para recordar, lo firma Arturo pérez-Reverte.


Hay una clase de cartas, entre las que me escriben los lunes, cuya virulencia supera, incluso, las de las feministas galopantes de género y génera y las de las pavas con indigencia intelectual, incapaces unas y otras de entender nada que no responda al canon obvio de ese mundo virtual que se han montado y que tanto aplauden, para evitarse problemas, ciertos tontos del haba. Yo tengo un par de ventajas. Por una parte, ese canon artificial me importa un carajo. Por la otra, hace cuatro o cinco años escribí una novela sobre mujeres, machismo y algunas cosas más, y a su contenido -corrido de los Tigres del Norte adjunto- me remito cuando vienen diciendo que les toco la bisectriz.

En cualquier caso, como digo, ese correo femenil descompuesto de humor, inteligencia y maneras no es lo que más chisporrotea. Lo más plus de lo plus llega cada vez que me introduzco, saltarín, en los jardines nacionalistas. Ahí de verdad que sí. Ahí es donde paletos espumajeantes y tontos de campanario -no siempre son sinónimos, aunque a menudo lo parezcan- sacan lo mejor de sí mismos, y de sus argumentos, para ciscarse en mis muertos. En mis muertos españoles, naturalmente. Eso me pone en situación delicada, pues como saben quienes me leen desde hace tiempo, mi concepto de España y de los españoles, desde Indíbil y Mandonio hasta ayer por la tarde, no puede ser más incómodo y descorazonador. No sé cuántas veces habré escrito en esta página, en los últimos doce o trece años, país de mierda o país de hijos de la gran puta; conceptos estos que, por cierto, también generan su propio correo específico, esta vez del sector Montañas Nevadas. Pero mis astutos corresponsales patriachiqueros no se dejan engañar, porque son muy listos, e incluso bajo tales exabruptos detectan un españolismo de fuego de campamento, brazo en alto y en el cielo las estrellas, de ese que tanto les gusta practicar a ellos en versión propia, o que tanto necesitan en otros para justificar su trinque, su mala fe o su imbecilidad.

Esta clase de cartas llegan, indefectiblemente, cada vez que menciono asuntos históricos, a los que tengo cierta afición. Y no deja de tener su gracia. Uno puede desayunarse cada mañana viendo en los periódicos y la tele cómo gudaris y otros paladines catalaúnicos, celtas, euskaldunes, andalusíes o de donde sean, incluso cretinos bocazas peinados de través como el coqueto y casposo Iñaki Anasagasti, meten el dedo, removiéndolo, en cuanto ojo encuentran a mano, con tal de joder un poquito más, o se limpian las babas con cualquier bandera que no sea la de su parcelita. Pero que a los demás no se nos ocurra, por Dios, hablar de Historia, ni de España, ni de nada, ni siquiera en términos generales, que no coincida exactamente con lo expuesto en el escaparate de su negocio. Hasta ahí podíamos llegar. Algunos, incluso, son inteligentes. O lo parecen. Ésos, más allá del rebote elemental, suelen descolgarse con una contundencia, una seriedad pseudocientífica y unos aires de autoridad tales que hasta al cartero de XLSemanal, que es un pedazo de pan, lo hacen picar de vez en cuando. Son capaces de desmentir, sin empacho, cuanto se ponga por delante. Veinticinco siglos de memoria documentada, bibliotecas, viejas piedras y paisajes no tienen la menor importancia frente a la historia local reescrita por mercenarios de pesebre, que es la única que les importa. Mal acostumbrados por gobernantes expertos en succionar entrepiernas a cambio de votos -desde el amigo Ansar al pacífico Sapatero-, a los patriotas de cercanías les sienta fatal que alguien les lleve la contraria a estas alturas del desmadre, cuando gracias a la cobardía, la incultura y la estupidez de la infame clase política española todo parece estar, por fin, al alcance de su mano. Quisieran esos pseudohistoriadores de tebeo que, cada vez que llega una de sus cartas refutando con argumentos de hace tres días lo que gente docta e inteligente tardó siglos en acumular, probar y fijar, yo me levante de la mesa, vaya a mi biblioteca, y ante los veinte mil libros que hay en ella, ante las catedrales, los castillos, los acueductos romanos, las iglesias visigodas y los museos, ante los documentos históricos conservados en los archivos de toda España y de medio mundo, diga: «Mentís como bellacos. Acaba de poneros patas arriba mi primo Astérix con dos recortes de periódico, cuatro cañonazos de Felipe V y las obras completas de Sabino Arana».

Encima, oigan, algunos amenazan con no leerme nunca más, o juran que no volverán a hacerlo en el futuro. Para castigarme por españolista, por facha y por cabrón. Y qué quieren que les diga. Que sin lectores así puedo pasarme perfectamente. Que vayan y lean a su puta madre.

Wole Soyinka

El premio Nobel nigeriano Wole Soyinka estuvo en Segovia. Os dejo su idea para acabar con el problema de la inmigración: "Programas de intercambio. Seguro que cuando llega una patera cargada de inmigrantes existiría un mismo número de habitantes del país de acogida, aventureros en busca de oportunidades, que desearían establecerse en África. Solo les pediría una cosa: no nos manden a sus delincuentes".

miércoles, 11 de febrero de 2009

Xenofobia subterránea.


La opinión de Najat el Hachmi

Hace ya días que por los pasillos del metro de Barcelona y por las estaciones de Renfe recibo unos ataques de xenofobia directa. No puedo explicarlo en ninguna comisaria, porque los ataques son simbólicos y creen ser sutiles pese a ser obscenos y porque los que ejercen esta violencia son los mismos agentes de la máxima autoridad de este Estado. Hablo de los carteles que el Ministerio de Trabajo e Inmigración ha repartido por todo el subsuelo metropolitano y que instan a una parte de la población a marcharse muy lejos de aquí. Si estás pensando en regresar... Y aparece una chica de labios carnosos y ojos almendrados más o menos latina o bien un chico de claras facciones moriscas o bien una belleza rubia de probables orígenes orientales (del oriente de Europa, se entiende).
Agradezco que el mensaje no caiga en el nada elegante "Vete a tu país, moro o sudaca de...", pero a efectos de contenido simbólico, el impacto es el mismo. Que detrás de todo esto haya un exinmigrante haciendo de ministro aun es más flagrante, pero todos sabemos que los militantes más extremistas contra el tabaco son los exfumadores. No recordará que muchos de los que nos identificamos con los rasgos fenotípicos de los rostros del anuncio nos preguntaremos a qué país tenemos que regresar. ¿Qué hacemos con los hijos que han nacido aquí? ¿Con los amigos, con la red social que nos ha costado años crear? ¿Volver a empezar es así de sencillo? Quizá alguien debería aclararle al ministro y adyacentes la diferencia entre un inmigrante, estado transitorio fruto de una decisión tomada puntualmente, y un nómada, alguien en permanente tránsito.

"La ola" y el cine de la memoria.


Una columna de Loquillo publicada hoy en El Periódico de Catalunya.

Die Welle, La ola, es una película basada en hechos reales. En 1967, un profesor de un instituto californiano puso en práctica un experimento: instituyó en clase un régimen de rígida disciplina, formando a los alumnos como unidad. Jones, que así se llamaba el profesor, se vio obligado a acabar con el proyecto antes de que el experimento pasara a mayores.
El director, Dennis Gansel, nos propone en La ola el mismo experimento, pero realizado hoy y en un instituto de Alemania. Lo que intenta es explicar a sus alumnos el significado de autocracia y, al mismo tiempo, hacer una pregunta al respetable: ¿sería posible hoy otro reich (imperio) alemán?
Por supuesto, el experimento es demasiado peligroso, y al anarquista convencido, curtido en el punk y la okupación, se le va de las manos el proyecto. La película puede ser obvia; los alumnos, hijos de la Alemania post-Muro, posglobalización y haciendo la cola de la crisis mundial, son los hijos de los turcos, de las familias desestructuradas o de las familias new age, y, claro, están desorientados. La realidad es también de lo más obvia. Sin embargo, La ola debería verse en los institutos de este país y de todos, porque tal vez los chicos aprendan algo mirando hacia atrás con toda la ira que merece un pasado doloroso y un futuro de lo más incierto.
Me gusta el último cine alemán. El hundimiento, La vida de los otros, Good bye Lenin, Los falsificadores... Me gusta porque no niega su pasado ni su necesidad de revisarlo y lo hace con verdadera pasión y sin vergüenza. Me parece muy sano. Los malos son horribles, como lo fueron; los buenos, ni siquiera son tan buenos, porque así fue.
Nosotros, en cambio, seguimos exclamando ante el estreno de una película sobre nuestra historia contemporánea: "Otra de la guerra civil...". Como quien dice "otra de vaqueros". Y nos resultan tópicos los fachas malísimos y los rojos idealistas de nuestro cine de memoria. Miramos con sorna lo que deberíamos mirar con mucha atención, sin miedo a la pasión que nos desata y con la mente puesta en un futuro distinto, sin repetirnos, que eso, desde luego, sí que sería lo obvio.

martes, 10 de febrero de 2009

El laicismo como actitud vital.


Una columna de Juan José López-Burniol en El Periódico de Catalunya:

La raíz del laicismo se halla en la máxima evangélica "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", entendida como un mandato que impone la obligación de deslindar la religión del Estado, o mejor aún, el ámbito de la fe del de la ley positiva. Es decir, lo contrario de lo que proclaman el fundamentalismo islámico y los demás fundamentalismos. De ahí que la esencia de la laicidad se halle en la afirmación de la autonomía recíproca de la fe y de la ley, y su realización consista en la emergencia de una sociedad secularizada. Es esta raíz evangélica de la laicidad la que hace decir a Fernando Savater que "los cristianos inventaron el laicismo".
De esta laicidad, fundamento ético-político de la vida civil, son igualmente enemigas --dice Claudio Magris-- la intolerancia clerical y la laica, que --según el momento histórico y el contexto social-- se saltan sectariamente las normas e imponen dogmáticamente sus valores: para unos se trata de la verdad relevada y de la moral obligatoria para todos, para otros del progreso y de la adecuación a los tiempos, igualmente obligatorios para todos. La intolerancia clerical tiene una historia de siglos, está lejos de haber acabado y ha sido y continúa siendo denunciada y objeto de escarnio. La intolerancia y el engreimiento laicista son más recientes, pero en distintas ocasiones han demostrado ser igualmente agresivos, al marginar a los católicos en un gueto reservado a los ciudadanos de segunda. Por consiguiente, no solo el clericalismo intolerante y entrometido es contrario a la laicidad; también lo es la cultura radicaloide dominante, en la medida en que está caracterizada por una arrogancia transida de pretensiones ideológicas.
Esta jactancia laicista --expresión de Norberto Bobbio-- es todo lo contrario de la laicidad entendida como baluarte de la tolerancia y del diálogo. La laicidad no es un principio filosófico, sino una actitud vital o, si se quiere, un hábito mental, que tiende a distinguir entre lo que es demostrable racionalmente y lo que solo puede ser objeto de una fe tan respetable como intransferible. Pero nunca niega el valor de lo sagrado.

Estant fent antipàtica la meva llengua

Entrevista a Francesc de Carreras en eldebat.cat


El jurista Francesc de Carreras va ser un dels precursors de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, que en les eleccions del 2006 va sorprendre en obtenir tres escons al Parlament de Catalunya. Dos anys després, De Carreras fa un balanç positiu de la incidència en la política catalana de C’s i aposta que mantindrà la representació en els propers comicis. Sobre UPyD, partit germà de Ciutadans i vés a saber sinó cainita, De Carreras adverteix que “estan condemnats a entendre’s”, tot que de moment no hagi estat possible, i advoca per arribar a alguna entente que mantingui el partit de Rosa Díez allunyat de Catalunya. Fill i pare de catalans, De Carreras adverteix de l’efecte boomerang de la política lingüística i tem que la imposició del català, en comptes de beneficiar-lo, el converteixi en una llengua antipàtica.

Com a impulsor de Ciutadans, quin balanç fa de la seva aparició a la política catalana?
Crec que en aquests dos anys i escaig tothom l’identifica. Des del punt de vista polític, la seva funció principal és sotmetre els altres partits a un control, ser una veu discordant al Parlament. Des del punt de vista del ciutadà comú, també notem la influència, ens els sondejos d’opinió estem ben situats. Una altra cosa és el tracte que Ciutadans ha rebut de la premsa, sobretot de la que s’edita a Catalunya. Des del ninguneig fins a la deformació absoluta d’allò que es diu. Però amb això ja hi comptaven.

Diu que no han estat ben tractats pels mitjans catalans. Què opina de l’ampli ressò mediàtic que han tingut a El Mundo, la Cope i etcètera?
Agraeixo molt a la Cope que ens hagi fet sortir i hagi donat notícies d’allò que diem i ajustades al que diem. Ha demostrat que informa bé, almenys de Ciutadans. També en El Mundo i l’ABC al principi vam sortir molt i després de manera més irregular. No hi hagut ninguneig ni tergiversació clara, sinó informació.

Continuen les tensions en el si de Ciutadans?
Jo sóc militant i com a tal no percebo tensions. Des de fa uns mesos hi ha una certa tranquil·litat. Això s’arrossega des de fa any i mig i el pitjor moment no és precisament ara.
"Sóc un afiliat incondicional de Ciutadans"
Li volia preguntar precisament pel seu vincle actual amb Ciutadans.
Jo sóc afiliat, no he volgut optar a cap càrrec perquè tinc molta feina, haig d’aprofitar els últims anys que em queden de vida activa. Em sento plenament identificat amb Ciutadans i molt orgullós de pertànyer. El sento una mica meu, perquè he participat en els inicis. Sóc un afiliat incondicional.

Per què, amb gent com vostè mateix, Albert Boadella, Félix de Azúa, van triar pel llançament del partit a Albert Rivera, aleshores un jove desconegut?
Dels promotors, que érem quinze, ja d’entrada vam dir que cap es dedicaria a la política, només volíem impulsar un nou partit que faltava a Catalunya. Alguns van dir que mai no s’afiliarien a un partit, que mai no ho havien fet i que no ho farien. Ja d’entrada va existir gran claredat, no es va enganyar ningú. Vam tenir la sort immensa de trobar l’Albert, una persona de total honestedat, dedicació i gran capacitat política, tàctica i estratègica. En tot el partit n’hi ha gent fantàstica.
"No ho pensava de Montilla, Iceta... però el PSC s'ha

convertit en una espècie de Convergència socialista"
Creu que en les properes eleccions mantindran la representació parlamentària?
En dos anys, pot passar de tot. Nosaltres vam sortir en moment d’una greu crisi de la política a Catalunya, amb l’Estatut. Vam pensar que hi havia buit claríssim en l’electorat, donat el gir que havia fet el PSC amb Maragall, ens havíem quedat orfes de partit. Quatre anys després estem igual o pitjor, jo crec que pitjor. Les tensions entre PSC i PSOE són a la cúpula del partit però no crec que a les bases, sinó que comparin els resultats de les autonòmiques i les generals. Montilla, Iceta... no ho pensava d’ells però s’han vist menjats per la situació i s’han convertit en una espècie de Convergència socialista.

Confien en què aconseguiran diputats, doncs.
Nosaltres tenim més sentit que mai. Les enquestes, l’última d’elles la de La Vanguardia, ens donaven fregant els tres escons, el que significa en realitat cinc segons la nostra experiència. Quan ens van dir que un, van ser tres.

Quina valoració fa d’UPyD?
Quan va sortir el partit de Rosa Díez, persona a qui coneixia i ja estava assabentat de les seves posicions, el vaig saludar com a positiu, vaig pensar que ens entendríem i col·laboraríem amistosament. No ha estat així, no per culpa nostra sinó d’ells, no tenim cap tracte. Ciutadans a la resta d’Espanya té poc a fer, UPyD sí, perquè té una líder coneguda. Una posició intel·ligent seria respectar els nostres àmbits respectius, que ells no es presentessin a Catalunya i nosaltres renunciar a presentar-nos a la resta d’Espanya. Crec que el meu partit estaria d’acord amb això, encara que tampoc ho sé del cert.
"Una posició intel·ligent amb UPyD seria respectar

els nostres àmbits respectius"
Ja han descartat establir ponts?
No s’ha de descartar, crec que és un error per part d’ells. Estem condemnats a entendre’ns. Nosaltres estem oberts a totes les possibilitats i a parlar, cosa que no han volgut.

Per què creu que UPyD no vol res amb Ciutadans?
UPyD diu que vol ser un partit nacional i construït des de dalt. Per tant incompatible amb un altre a qualsevol lloc del territori espanyol. Volen ser un sol partit. Aquí existeix un altre partit, que coincidim no en tot però si en coses molt substancials.

És a dir, UpyD no vol tenir la marca específica a Catalunya de Ciutadans.
Això mateix. No volen renunciar. És un partit que encara no ha fet un congrés, el té convocat per octubre de l’any que ve. Te cúpula però no militants, està en formació. N’ hi ha molta gent, moltes voluntats, el congrés serà la prova de foc per UpyD.

El partit de Rosa Díez sembla que es presentarà a Catalunya...
No hi ha cap compromís que no ho faci, la intenció de fet és presentar-se. L’acord amb Ciutadans podria ser que renunciem a presentar-nos a la resta d’Espanya però que ens presentem a Catalunya.

Fa poc Rosa Díez va venir precisament a Barcelona.
Sí, ja vaig veure tot el rebombori de l’Ateneu, com es reaccionava contra la seva presencia maligna...

Què li va semblar aquella polèmica sobre si era convenient que Rosa Díez fes un acte a l’Ateneu, un símbol del catalanisme?
No pot ser, per això va sortir Ciutadans. Es tracta d’un lloc públic, súper subvencionat... Retrata una mentalitat súper tancada, molt propera a certa mentalitat totalitària, hi han els nostres i els altres.
"La política lingüística és errònia, estan fent

antipàtica la meva llengua, la dels meus pares i la

que parlo amb els meus fills"
Què diria a aquells que acusen Ciutadans de parlar només de la llengua?
És cinisme dir que els altres no parlen de la llengua. I és mentida que nosaltres només parlem de la llengua, una altra cosa és el que surti als mitjans. I és una vergonya que hi hagin sentencies de tribunals, reiterades, sobre la qüestió d’aquesta miserable hora del català, i que sembli que això sigui un atemptat contra la llengua catalana. És demencial pensar això. Si el català depèn de la tercera hora, és que està en molt mala situació. I el català està en la millor situació de la seva història, si es té en compte que abans existia poca barreja i ara és una societat tremendament barrejada. Té molta vitalitat, tothom l’entén, no hi ha cap problema, només el fan antipàtic els poders públics. La política lingüística és errònia, estan fent antipàtica la meva llengua, la dels meus pares i la que parlo amb els meus fills. Es porta a terme una política de convertir la llengua en instrumentalització política, una eina de catalanització. No s’ha de catalanitzar a ningú, com no s’ha d’espanyolaritzar-lo. Que es parlin les llengües del carrer i que cadascun esculli la seva.
"Per ser bon català has de parlar només en català,

ser del Barça i votar els partits nacionalistes"
A Catalunya llengua i nació sempre han anat juntes...
Això també és perjudicial. Per ser bon català has de parlar només en català, ser del Barça i votar els partits nacionalistes. S’ha donat a la llengua unes connotacions que mai hauria d’haver tingut. En això han caigut tots els partits polítics menys el PP, que aquí representa un sector molt reduït de gent. Hi ha aquesta obsessió de si ets bon català o mal català. Això comença a veure-ho moltíssima gent, cada vegada més tot i que han trigat en reaccionar. Els que només veuen TV3 es pensen que no. Però a Catalunya, Telecinco i Antena 3, tenen més audiència que TV3, que només en té el 18%. Això ho hauríem pensar. Per què no fem una Catalunya de tots els catalans? Qui és espanyolista té tot el dret a ser-ho, igual que un catalanista al franquisme. Una cosa és una mínima discriminació positiva a favor del català, que sempre s’ha d’usar molta cautela, perquè sinó es cau simplement en la discriminació.

Què opina de la immersió lingüística?
Als anys 50, jo estudiava tot en castellà. Quan arribes als divuit anys dius, això és una animalada, és injust. Això és el que esta passant ara. Que tot el col·legi sigui en català i després parlin castellà no es reflexiona gaire en el seu moment, però després a la universitat potser sí. Això és fer el català antipàtic i s’ha d’anar amb molt de compte. Va en perjudici del català.

Està a favor, doncs, d’un model bilingüe.
Sí. S’hauria de veure on està instal·lada l’escola, si és en zones molt catalanes més castellà i al revés, més castellà a Santa Coloma que a Olot... és una qüestió pedagògica, i amb dos significats: l’ensenyament i el respecte als altres.
"S’hauria de veure on està l’escola, si és en zones

molt catalanes més castellà i al revés, més castellà a

Santa Coloma que a Olot"
Sobre el panorama mediàtic català. Creu que la presència de cada llengua és equilibrada?
En els mitjans si que es veu la voluntat dels ciutadans, en allò que es compra al quiosc es ven més el castellà que el català. Això és així. En allò que està subvencionat i no es compra, guanya el català. Jo crec que aquí podria haver-hi raons, TV3 ha de tenir molt més català que el castellà però el castellà no tindria que estar proscrit, hauria de ser com al carrer. Si una persona ve de fora, li parlo en castellà, no tinc cap problema.

Defensa que TV3 tingui una quota de castellà?
No ho tinc pensat ni reflexionat. Si està clar que perquè la vegi molta més gent, el castellà hauria de tenir més presència o parlar indiferentment en castellà o en català, com fa alguna privada de Catalunya. Que allò que es fa entre els amics, s’assemblés una mica al que passa a la televisió. La Cataluña de TV3 surts al carrer i no la veus, és com la Barcelona de Woody Allen.

Fa poc, Ciutadans penjava al You Tube un vídeo on feia una recreació de Casablanca com si Catalunya fos nazi. Creu que tenen alguna mena de sentit aquests paral·lelismes que estableixen entre Catalunya i el Tercer Reich?
Que es digui que Catalunya és com el Tercer Reich és demencial.

I amb el franquisme? Ciutadans i UpyD també han fet comparacions en alguna ocasió.
Aquí una certa raó hi ha, des del punt de vista exclusivament lingüístic. Ja ho he dit abans. Aquí no es podien fer classes en català, ara és al revés. La Generalitat fa tots els actes en català, i després prenen una copa de cava i parlen en castellà. Hi ha un clima semipolicial totalment absurd, en perjudici del català i sobretot de les persones.
"Som no nacionalistes, no creiem que les identitats

col·lectives determinin a les persones"
No creu que es veu al seu partit com un agent de l’espanyolisme?
Som no nacionalistes, no creiem que les identitats col·lectives determinin a les persones, que són sempre el més important i escullen la seva pròpia identitat que van canviant al llarg de la seva vida. Això és el més normal del món, el que diu qualsevol demòcrata d’Europa.

Vostè va posicionar-se en contra de la reforma de l’Estatut.
L’Estatut va ser un error total. Ni era necessari ni el que ha sortit canviarà gaire les coses més enllà de crear confusió, que és el moment on ens trobem des de fa mes de dos anys. La política catalana està travessant el seu moment més penós de la seva història, d’una incompetència absoluta. Tant el tripartit primer com el segon han estat un total fracàs.
"Allò que es va inventar Pujol que la culpa sempre

la té Madrid, el senyor Montilla ho fa igual. I sé que

ell no pensa això"
Està decebut amb Montilla?
Montilla va dir fets i no paraules, jo vaig pensar que anàvem pel bon camí i no ha estat així. Hi ha menys soroll, però deu ni do el que fa ERC si la deixes sola. Crec que no anem be perquè en altres coses el PSC del sector Montilla podria tenir una altra actitud que dir permanentment que Catalunya és atacada. En un país civilitzat, totes les persones son iguals. Per què Catalunya ha de rebre més que les altres autonomies? A la política catalana hem de fer una reflexió interna per veure quina és la nostra culpa. Allò que es va inventar Pujol que la culpa sempre la té Madrid, el senyor Montilla ho fa igual. I sé que ell no pensa això. Ho ha de fer per tenir contents als seus aliats.

Vostè militava al PSUC. Què li va portar a participar en la creació d'un partit com Ciutadans, quan li van saltar les alarmes amb tot això del català?
L’alarma no nacionalista la tinc de sempre, mai no he estat nacionalista. Als anys 80, quan Pujol va guanyar eleccions vaig veure que això aniria molt malament. Si Catalunya l’havia de construir un partit nacionalista, tindríem problemes amb el tema lingüístic. La política d’immersió lingüística ja reflectia una mentalitat negativa, d’una Catalunya irreal que no et trobaves pel carrer. El PSUC a l’any 81 era un partit acabat, vaig continuar fins el 87, quan es crea ICV. Li vaig dir a Rigol: aquest no és el meu partit i em vaig donar de baixa. No m’he donat d’alta de cap mès.

jueves, 5 de febrero de 2009

¿Por qué se tapan la cara?


Si están tan orgullosos, si están tan convencidos de lo que hacen, si defienden con tanta firmeza sus ideas, si son tan chulitos, si están tan convencidos de que la razón está de su parte...¿Por qué se tapan la cara?

Jugadores de Cartas.


Antonio Muñoz Molina, en El País de:

El encuadre lo es todo: en la pintura, en el cine, en la fotografía, un límite casi siempre rectangular contiene lo que vemos y al mismo tiempo sugiere lo que queda fuera, que equivale a lo que las palabras de un relato no dicen y al tiempo que hay justo antes del principio e inmediatamente después de la música. Después de la música queda su resonancia fantasma flotando en el aire, un silencio que ya no es el mismo que había antes de que empezara. Escribir sobre algo es no escribir sobre otro asunto que se deja de lado; contar una historia es no contar otra que habría sido igual de posible, y por eso la maestría algunas veces consiste -en Henry James con mucha frecuencia- en contar algo y al mismo tiempo estar contando o sugiriendo lo contrario. Corregir lo escrito es muchas veces borrar y tachar: es el peso de lo no dicho y sin embargo presente lo que al gravitar sobre las palabras les da esa densidad misteriosa cuyo resultado es la poesía. En el Quijote, Cervantes atribuye a su cronista embustero y apócrifo Cide Hamete Benengeli una aspiración que siempre me ha parecido enigmática: ... y pide que se le alabe no por lo que dijo, sino por lo que dejó de decir. Un arte por naturaleza tan económico como la historieta logra sus mejores efectos de concisión gracias al encuadre y a la elipsis: en las dos o tres viñetas de una tira diaria de Charlie Brown o de Calvin y Hobbes se asiste a la maestría de quien lo dice todo dibujando lo mínimo, usando las mínimas palabras. En muchos cuadros y fotos memorables, la persona retratada mira algo que nosotros no vemos porque está más allá del encuadre, y esa imposibilidad de saber refuerza en nosotros la intuición de una conciencia y una voluntad soberanas que son más perceptibles porque no podemos acceder a ellas.
No es una cuestión estética: necesitamos relatos con principio y fin, y marcos que confinen una dosis limitada de la experiencia para entender el mundo. El espectáculo es demasiado amplio y fluye a una velocidad excesiva: como el científico, el observador que hay siempre en cada uno de nosotros elige un fragmento significativo para analizarlo en el microscopio de la atención, recoge en un tubo de ensayo una gota de esa corriente que de otro modo lo aturdiría. La neurociencia desbarató hace ya mucho la ilusión de que los sentidos recogen y trasladan a la mente las cosas tal como existen fuera de nosotros: los ojos como una cámara de recibir imágenes, los oídos una grabadora, etcétera. Lo que vemos, lo que escuchamos, lo que percibimos, es un relato selectivo, muy organizado, no reflejo pasivo, sino sofisticada construcción, ajustada a lo largo de millones de años por la evolución para responder a las necesidades de nuestra supervivencia. No hay, en rigor, colores, sonidos, volúmenes: hay ondas, de longitud y frecuencia diversas; partículas o pulsaciones moviéndose en un espacio casi por completo vacío, en el que además una gran parte de lo muy poco que nuestros instrumentos de observación más refinados llegan a captar es tan desconocido que se le ha dado el nombre de materia oscura (la ciencia es uno de los últimos refugios del lenguaje poético).

El relato, la viñeta, el fotograma, el cuadro, el experimento, enfocan la atención sobre sí mismos, sobre la limpidez y la intensidad de su forma, pero también nos avisan de que hay algo detrás, o por debajo, o más allá del marco; que en realidad ellos no son el mensaje, sino los mensajeros; no la solución del enigma, sino una pista que nos permitirá adentrarnos un poco más en él; no el territorio, sino tan sólo el mapa; una moneda, pero no el tesoro; el capitel de una columna o el trozo de mosaico que delatan la existencia de toda una ciudad sepultada; el residuo de ADN en el que está cifrado el espanto de un crimen.

Hemos visto estos días las fotos tristemente habituales del crimen, y como las hemos visto ya tantas veces, su obscena repetición, su monotonía sanguinaria, nos dejan en un estado de embotamiento moral: el empresario asesinado por los pistoleros de costumbre, el escándalo de la sangre manchando la acera, rebosando la manta o la sábana con la que se ha cubierto a toda prisa el cadáver, no se sabe si por piedad o por quitarlo de la vista cuanto antes, para que no importune, para que pueda ser olvidado más rápidamente, disuelto en una estadística, de modo que sea más fácil ennoblecer a los asesinos o incluso, si se presenta la oportunidad política, aceptarlos como interlocutores, concederles un respeto que se escatimará a sus víctimas.

Todo esto lo hemos visto ya, y no es improbable que tengamos que pasar la vergüenza de volver a verlo, y de que si manifestamos no ya nuestro asco, sino nuestra disconformidad, merezcamos de nuevo el insulto de los que hayan vuelto a descubrir el fondo bondadoso de los asesinos, su generosidad conciliadora. Lo que no habíamos visto era esa foto que publicó el diario El Mundo, y que no da más miedo y ha despertado más escándalo no por lo que hay en ella, sino por lo que no se ve, lo que está fuera del encuadre, a unos pasos de esos jugadores de cartas que se disponen a continuar, en su bar de siempre, la rutina gustosa y trivial de todas las tardes. En una de las fotografías más hermosas del siglo pasado se ve a una mujer negra, con abrigo y sombrero, sentada apaciblemente en un autobús, mirando por la ventanilla: es Rosa Parks, que el día 1 de diciembre de 1955 no quiso levantarse de uno de los asientos del autobús reservados a los blancos. Esa escena de una serenidad contemplativa oculta el heroísmo de una mujer que ha decidido no dejarse humillar nunca más y el mundo de segregación, crueldad e injusticia que hay más allá del encuadre.

En la foto de Azpeitia tampoco hay nada alarmante, ni siquiera llamativo, entre otras cosas porque los tipos humanos que aparecen en ella irradian bastante menos nobleza que la señora sentada en el autobús, en un delicado contraluz que acentúa su distancia en el tiempo. Ésta es una foto con una rudeza de bar español, de voces roncas y humo acre de tabaco, de televisor con el volumen demasiado alto y musiquilla de máquinas tragaperras. Lo que estos hombres discutan importará mucho menos que lo que estén callando. Lo que delimita el encuadre sería un episodio neutro de la áspera cordialidad de la vida española si no fuera por lo que sabemos que está un poco más allá. Hasta ayer mismo, el hombre derribado en el suelo en medio de un charco de sangre casi en la puerta del bar era uno de los que se sentaban a jugar esta misma partida. Acaban de matarlo, pero sus amigos del alma ya le han encontrado un sustituto. Las peores infamias no las cuentan las palabras ni las muestran las fotografías. Suceden en la normalidad y en el silencio.

Las otras almas muertas

Un artículo de Félix de Azúa publicado hoy en El Periódico de Catalunya.

Un amigo que ahora vive en Bombay pasó meses caminando por el sur del continente con el fin de conocer de primera mano la vida rural india, tan distinta de la urbana. Contaba luego muchas historias cautivadoras, pero la que más me chocó fue una constatación: la de que había pueblos amables y pueblos odiosos, separados por apenas una decena de kilómetros. Iguales en todo, menos en su aprecio por el prójimo. En su peregrinaje había encontrado aldeas donde, en cuanto divisaba las primeras casas, le rodeaba una población hostil, malencarada, bravucona. Siempre acababa haciendo aparición un gurú que le gritaba agitando un garrote, aunque era perfectamente consciente de que mi amigo no entendía una sola palabra. Y acababan por expulsarle de mala manera, cuando no le robaban la mochila. Diez kilómetros más adelante, sin embargo, entraba en otro lugar donde le recibían sonrientes, los niños bailaban a su alrededor, las jovencitas curioseaban mostrando dientes blanquísimos, le ofrecían agua y se afligían si no aceptaba un cuenco de arroz.
El recio igualitarismo que soportamos los europeos hace difícil creer en una diferencia moral profunda entre vecinos. No esa falsa diferencia llamada identidad, que es una abstracción narcisista y metafísica, sino otra más profunda que funda la verdadera diferencia entre comunidades felices y comunidades infames. Imagino yo a los munícipes de Azpeitia, en cuyo ayuntamiento ultranacionalista ni siquiera lograron condenar el asesinato de un ciudadano nacionalista, como uno de esos lugares en los que la temperatura baja seis grados en cuanto cruzas el umbral. Hiela el corazón un detalle que ha remarcado con perspicacia Santiago González en su blog: no se interrumpió la partida de mus del asesinado. La foto de Mitxi es atroz, tan atroz que quizá no diga toda la verdad. Pudo ser un homenaje.
Donde no se respeta la vida, solo hay muertos vivientes. La buena gente de Azpeitia estará deseando huir de sus infames paisanos. Hay pueblos amables, acogedores y con sangre en las venas a pocos kilómetros. Pueblos que no celebran la muerte.

Los Guapos

Los Guapos son un trío Pop de Orense que ha editado, el pasado septiembre, su primer disco. Tres chicos que han dejado su Galicia natal para afincarse en Madrid, la razón muy clara: "Si en Galicia no cantas en gallego es difícil de progresar".

Cruzar la barrera del idioma no es nada fácil.

En El periódico de Catalunya, entrevistan a Saddik Rabai. Un marroquí que trabaja de dependiente en Esterri d´Àneu, el núcleo más importante de las Valls d´Àneu.
Saddik explica: "La asistencia a los cursos gratuitos de idomas es baja. Hay que adaptar los horarios a las largas jornadas y ofrecer también cursos de castellano, la lengua que muchos inmigrantes quieren aprender".

Esta es la realidad contada por un inmigrante, llegan y lo único que reciben son clases gratuitas de catalán. Un idioma que complementa y enriquece, pero que no te prepara para vivir en España.

lunes, 2 de febrero de 2009